Internet y las redes sociales se han convertido en fuertes potenciadores y reproductores de hechos de racismo y clasismo. Pero también en espacios para reflexionar y combatir este preocupante problema.
Internet y las redes sociales se han convertido en fuertes potenciadores y reproductores de hechos de racismo y clasismo. Pero también en espacios para reflexionar y combatir este preocupante problema.